domingo, 1 de agosto de 2010

Diatriba contra el lunes (aunque por lo menos no es miércoles)

Es domingo, la noche cae lentamente... llega poco a poco la madrugada, pero no una madrugada cualquiera: Se acerca el lunes; una nueva semana y supuestamente los ánimos recargados deberían bastar para que el que se avecina sea el día más productivo de la semana. Pero no nos engañemos, el fin de semana es un oasis en el desierto y el lunes representa la triste partida... el final de un sueño y el despertar. Aunque tengamos energías guardadas, ¿creen que quedan ganas de usarlas?

Incluso para la persona que más ame su trabajo y su labor los lunes son días de pocas energías y mucho cansancio acumulado. Por delante se ve una semana llena de trabajo o de estudio, y el nuevo fin de semana está tan lejano que no parece real. El lunes es ese "regreso a la realidad" y ese despertar de castillos de arena y sueños profundos. El lunes es el día que nos recuerda a todos que para sobrevivir debemos producir, y que para producir debemos sacrificarnos. ¿Quien dijo que era así?... no lo se, pero así es.

 
En mi caso personal, debo admitir que durante la semana existe un día que aborrezco y temo más que al mismísimo lunes, pero que "miércoles" ni que nada, el lunes tiene su cosa "jarta" (y nadie puede decirme que no); es como un día después de la final del mundial de fútbol, como un día después de leer el último capitulo del último libro de Harry Potter (Cambien Harry Potter por alguna saga de libros que ustedes hayan leído y esperado con ansias desde su niñez), es como el momento exacto después de que el guayabo físico ha acabado pero queda el guayabo moral, es como el despertar de un sueño emocionante y hermoso, es como el 26 de Diciembre o el 2 de Enero.... es como tantos etcéteras que podría hacer una lista interminable.

Sin embargo si se aprende a asumir y a vivir puede no resultar tan mamón, sobretodo porque existen los lunes festivos (esos días rebeldes que se cansaron de ser amargados y aburridos)  y porque pase lo que pase cuando el lunes se acaba queda una sensación de alivio (de supervivencia) que hace que el martes sea mucho más soportable, cosa que no sucede el miércoles. Pero bueno, ya tendré oportunidad de hablar de ese esperpento de mitad de semana. 

Por ahora me enfocó en este domingo en la noche, en el cual veo venir inevitable otro lunes más, un lunes de esos en los que debo asumir cosas que deje el viernes diciendo "bah... esto lo hago el lunes" (alce la mano el que no lo ha hecho),  pero en el cual tengo la esperanza puesta en seguir adelante, para que pronto llegue el fin de semana.

Les deseo buenos lunes a todos y, de paso, buenos lunes a mí.

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