sábado, 16 de febrero de 2013

Les Miserables: Un musical con altas y bajas

Cuando la película que usted va a ver es un musical, debe tener en cuenta con antelación una serie de características especiales para no llevarse una mala sorpresa y salir decepcionado. Lo primero es que ver una historia contada sólo por canciones (una tras otra) puede llegar a cansar, y más si la película dura dos horas y media. Lo segundo es que en los no-musicales lo que piensa un personaje se deduce, en los musicales se canta, y esos monólogos hacen que algunas escenas parezcan interminables

Teniendo en cuenta lo anterior, 'Les Miserables', cinta de Tom Hooper que es una de las favoritas para ganar el Oscar a mejor película, es un clásico que se disfruta. A pesar de sentir en varios momentos (sobretodo en largos monólogos) que las sillas sonaban porque los espectadores cansados de estar sentados no sabían como ubicarse, ninguno terminó hablando mal de la película y escuché buenos comentarios al salir de la sala de cine.
La música está compuesta por unas 4 o 5 melodías que se van repitiendo de acuerdo a cada situación y a las que, obviamente, les va cambiando la letra. Hay canciones e interpretaciones que le dan a algunos momentos clave de la historia un valor agregado que no tendría una película no-musical, y algunas escenas son capaces de erizar la piel - seguramente quedarán grabadas para la historia - y mantener la atención; la escena inicial cargada de percusión, los momentos en los que se muestra la pobreza de una parte de la ciudad, el grandioso final y sobretodo aquellas en las que el pueblo se levanta para la revolución francesa, acompañados por un estribillo que les quedará sonando en la cabeza.

Los personajes de Helena Bonham Carter y Sacha Baron Cohen le dan a la película la pizca de humor necesaria para refrescar el ambiente luego del drama o el romance; sus apariciones y actuaciones son memorables. Anne Hathaway, que sólo aparece durante la segunda parte de la película, hace una de las mejores interpretaciones de su carrera, sobretodo cuando canta 'I have a dream', la mejor canción de todo el musical y uno de los monologos que más impresionan. Hugh Jackman hace un buen trabajo como Jean Valjean, y es capaz de llevar la película sobre sus hombros.

Así como hay momentos maravillosos, otros parecen sobrar. Algunos monologos repetitivos y largos que podrían simplificarse para el bien de la película y el mayor disfrute del espectador, escenas que quedarían mejor - y más cortas - en modo no-musical,  y momentos en los que usted intentará acomodarse en su silla y mirará alrededor... pero eso es algo que pasa en todos los musicales a menos que esté acostumbrado a ellos.

Si a usted definitivamente no le gustan los musicales, no vaya a ver la película. Eso sí, aunque evitaría el tedio inevitable de algunos momentos de Les Miserables, se perdería de cosas maravillosas. Si usted es amante de los musicales, muy seguramente va a amar está película. Si a usted no le molestan ni le gustan o no ha visto ninguno, véala teniendo en cuenta que no fluirá igual que una película normal y que usted puede perder la atención fácilmente.

Hay que aclarar que la película más que basada en el libro de Victor Hugo está basado en un musical de Broodway, sin embargo, el espíritu de la historia del escritor frances queda en el ambiente luego de ver la película: la sociedad con sus reglas rigidas muchas veces corrompe a las personas, pero todas tienen una oportunidad de regenerarse, porque para 'los miserables' del mundo siempre hay una "llama de esperanza".

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