jueves, 30 de julio de 2015

La tierra y la sombra: la nueva cara del cine colombiano

La trama suena sencilla. Un padre vuelve a su hogar, de donde salió hace muchos años -cuando abandonó a su esposa-, para cuidar a su hijo, enfermo por el polvo que genera la quema de la caña de azúcar.

La caña rodea toda la casa, como una prisión. Las ventanas permanecen cerradas y la oscuridad, el silencio y la soledad acompañan casi durante toda la película a esta familia, que se niega a dejar el pasado atrás y que trata de vivir como si los cultivos de caña no se hubieran tomado lo que antes, uno intuye, debió ser un campo abierto, lleno de frutales, de ríos y de caminos.