lunes, 17 de enero de 2011

Una idea para el nuevo año: seamos nuevamente niños

Solía vivir en un ambiente mágico y sin límites. Cada nuevo día era una nueva aventura, cada nueva persona era un compañero de viajes, cada sábado con mis primos era la explosión máxima de la creatividad, cada pensamiento estaba tan vivido en el presente (no había preocupación por el futuro ni nostalgia por el pasado) que la vida era un mar de nuevas sensaciones que pasaban por nosotros muchas veces sin que lo notáramos. ¿Problemas? Creo que esa palabra ni siquiera estaba incluida en mi diccionario, la mayor preocupación era saber cómo divertirme con cada cosa que se cruzara en mi camino.

Extraño ese chip de la infancia que día a día vamos perdiendo; nos volvemos aburridos y muchas veces, al darle significado o sentido a muchas cosas, hacemos que pierdan ese a magia y esa inocencia que tenían en nuestra niñez. Desearía poder levantarme todos los días pensando que simplemente es una nueva aventura, desearía conocer a cada nueva persona pensando menos en complicaciones y más en el beneficio de las relaciones personales, desearía poder sacarle a mi mente toda la creatividad que se que tiene para vivir mi vida mejor y para hacer mi trabajo más fácil, desearía no tener nostalgia del pasado y no tener preocupaciones por el futuro… vivir el presente como un regalo que debemos aprovechar a cada instante haciendo que la vida sea tan sencilla y mágica como cuando teníamos cuatro o cinco años.