miércoles, 23 de diciembre de 2009

Carta al Niño DIOS

¡Hola Querido Niño Dios!... Creo que hace rato no te hacia una carta de estas, pero bueno…hace rato que la navidad para mi perdió mucho del sentido de unión, armonía y paz que yo percibía cuando era niño; hoy, lastimosamente, el mundo se encuentra sumido en un ambiente de odio, dolor, caos y catástrofe. 

Deberías algún día bajar y ver las noticias más importantes…o no…mejor no lo hagas porque vas y te arrepientes de miles de años de oportunidades malgastadas y acabas con todo esto con un chasquido de tus dedos…aunque… ¿no seria eso lo mejor? 

Bueno, en fin, como raro en mis cartas comienzo a escribir de todos los temas menos del principal. Creo que es uno de esos hábitos incorregibles que conocen todos los que alguna vez han recibido cartas escritas por mí. Yendo al grano, esta vez no quiero  pedirte juguetes, ropa ni cosas estridentemente caras como solía hacer algunos años atrás…es que ni siquiera es para pedirte paz mundial, como hacia también “lambonamente” en las cartas de antes para dármelas de “niño bueno”… aunque nadie más que tu sabe que en realidad eso de “niño bueno” a veces esta un poco alejado de la realidad. 

sábado, 19 de diciembre de 2009

Balance de propósitos del 2009: ¿cómo me fue?

Hace un año realice en este mismo blog (aquí) una lista de 15 propósitos para este 2009 que ya casi termina... hoy usaré esos mismos propósitos para hacer un balance del año que termina. Por cierto, trataré de no volver a hacer propósitos, por lo menos tan específicos. 

Como comentario general debo decir que si el 2008 fue un año excelente en el cual todo me salió bien, este 2009 fue un poco más complicado. No solo pasé por muchos cambios en mi vida, sino que muchas rutinas y cosas que parecían fijas antes, ahora son completamente distintas. Eso me ha mostrado un mundo más real y complicado. A alguien (no recuerdo a quien) le dije que sentía como si me quisieran volver amargado, aburrido y rutinario a la fuerza, como si de ahora en adelante no quedara más que levantarme a trabajar y volver a la casa. Pero bueno, al final entendí que de mí y de las cosas y metas que me ponga depende la emoción de la vida.